Yves Rocher, un empresario visionario

De niño, en su pueblo natal situado en pleno corazón de Bretaña, Yves Rocher ya muestra una mirada única hacia la naturaleza. Fascinado por el herbario pacientemente construido por uno de sus antepasados, se dedica a observar, mejorar sus conocimientos y descubrir los secretos de cientos de plantas…

En ese momento tiene una intuición: el potencial infinito de la naturaleza puede suponer una fuente inagotable de belleza para las mujeres. De esta manera, fabrica en el granero familiar una sencilla pomada a base de una planta… El primer paso hacia un nuevo concepto en cosmetología que goza de un éxito sin precedentes y que Yves Rocher bautizará como COSMÉTIQUE VEGETALE®.

En 1959, Yves Rocher tiene una nueva idea revolucionaria: ofrecer a todas las mujeres, independientemente de su edad, lugar de origen o status social, un acceso directo a sus productos. Una idea sencilla y revolucionaria, puesto que por aquel entonces, el mercado francés era muy cerrado y los productos de belleza estaban reservados a una elite. Yves Rocher supo inventar un circuito inédito que democratizaría para siempre la cosmética: la venta a distancia. En 1969, para garantizar su distribución, Yves Rocher inaugura su primera tienda.

La fuerza de un productor-fabricante-distribuidor

Desde muy temprano, preocupado por lograr una calidad irreprochable en sus productos, Yves Rocher opta por la independencia. Marcando una diferencia con las tendencias del mercado, adopta la norma de controlar toda la vida de sus productos, desde la planta hasta la piel:
abastecimiento de materias primas, investigación botánica, diseño, fabricación y distribución…cada función debe ser creada, controlada y desarrollada recurriendo siempre a los conocimientos integrados en la Marca.

Esta independencia es la garantía para las mujeres…
•De la eficacia de la cosmética más avanzada
•De la seguridad y la calidad de los productos, sin concesión alguna
•Del respeto más estricto de nuestros compromisos en materia de desarrollo sostenible
•Del conocimiento íntimo de las necesidades y los deseos de las mujeres, gracias al contacto directo y privilegiado que mantiene día a día con ellas (Centros de Belleza, Centro de atención al cliente, Consejeras a domicilio…)
•De unos precios accesibles, sin intermediarios

Transcurridos unos 50 años del inicio de su aventura, Yves Rocher sigue siendo, y será siempre, una empresa 100% independiente, un «productor-fabricante-distribuidor» animado por su visión pionera de hacer que la belleza sea accesible para todas las mujeres a través de las plantas.

La energía que anima a Yves Rocher se ha perpetuado en el seno de la familia, a través de tres generaciones de empresarios-creadores.

Una Marca de éxito mundial

Actualmente, Yves Rocher es…

La Marca n°1 en Francia en tratamientos faciales, perfumería femenina, tratamientos reductores y corporales • la 1era red de Institutos de Belleza de Francia • n° 3 de desarrollo sostenible en Francia • La 5a empresa preferida por los futuros licenciados de Francia • 700 productos, en todas las familias cosméticas: tratamientos faciales, perfumes, tratamientos corporales e higiene • Una presencia activa en 5 continentes y 80 países • más de 30 millones de clientes que comparten los valores de la Marca • 300 millones de productos fabricados cada año en nuestras propias fábricas • 1.600 Centros de Belleza que proporcionan consejos y servicios día a día • 26 millones de paquetes distribuidos cada año en todo el mundo • El Libro Verde de la Belleza traducido en 22 idiomas, entre ellos el Braille • Cerca de 15.000 trabajadores en plantilla y más de 220.000 empleos indirectos